Uuu~ He llegado~

Se baja del taxi. Era un día soleado y las nubes ya casi no aparecian en el amplio cielo de un azul tan puro como el aire que se respiraba. Sacude un poco la pequeña pero espaciosa mochila que llebaba a su espalda, la cual adornada con diferentes pins coloridos se abría lentamente dejando asomar la cabeza de una especie de peluche amarillo que movía sus orejitas. Maria se da la vuelta viendo como se asoma el señor taxista sonriente.
-No hace falta que me pagues, es un favor a tu abuelo-.
Aseguró el señor, el cual, poseía una sonrisa un tanto retorcida, pero con el que, durante todo el trayecto había tenido una agradable conversación sobre magia, aunque, Maria pudo notar que aquel señor no creía, para nada, en ella.
-Uuh~ Gracias por traerme hasta aquí-.
Dijo sonriendo y, al instante, ver como se alejaba el taxi... Cuando por fin ya no se divisaba la figura de este, Maria sacó con delicadeza a su peluche de la mochila y lo rodeó con sus brazos mirando a su alrededor.
-Sakutaro, ya hemos llegado!~-.
Le contó al pequeño, el cual, recién abría sus ojitos, llevaba durmiendo durante todo el camino.
-aaah... Maria-chan~ Buenos días~-.
Dijo Sakutaro con un tono de voz que demostraba su cansancio.
-Nee, nee, ¿Qué deberíamos hacer ahora Sakutaro~?-.
Preguntó Maria, asegurandose, de nuevo, de que alrededor no hubiera nadie más, si hubiera alguien más, que imagen tendrían ya de ella habiendo recién llegado a la ciudad...

Aran me habia enviado a comprar algunas cosas a la ciudad pero distayendome como de costumbre habia perdido la lista de cosas,si volvia a la casa ella me regañaria y hoy estaba de muy mal humor,pero no podia ir a comprar sin saber que es lo que tenia que comprar.
Luego de un rato caminando sin rumbo decidiendo que iba a hacer note a una joven sacar un peluche como viviente de su mochila,no parecia un juguete era bastante real.Me acerque a ella para observar un poco sin decir nada.

-Creo que...-.
Iba a seguir hablando con Sakutaro, pero pudo notar como un chico se había quedado observando, por lo que apretó con un poco más de fuerza al peluche entre sus brazos, el cual se estubo en silencio por la misma razón.
-Uuuh, Maria quiere saber por qué miras!~-.
Dijo ella, con curiosidad e intentando disimular... con la esperanza de que Sakutaro no hablara, aunque, en realidad, no sabía si aquel chico podía oirle o no.

observando a las personas desde las sombras de los callejones vi una cierta tensión entre dos de ellas... con lo que me decidí a acercarme.. ya que he estado aquí ya un tiempo no conozco a nadie y creo que me vendrá bien conocer a gente..

-Hola....

-(....) (....)..

Se gira hacia un nuevo sujeto que se había acercado sin que ella ni siquiera hubiera podido notarlo.
-Uah~!-.
Exclama al verle, por un momento se había asustado. Aún cargaba a Sakutaro en sus brazos, quien permanecía completamente inmovil y en silencio.
-Hola-.
Saluda desde la desconfianza y del miedo mirando, en instantes, al ya mencionado peluche.

- eeeh... hola (yo sin dinero y muerto de hambre)
perdonad me preguntaba si tendr(uuuurrrhgrgrh las tripas sonaron)
hehehe....

Le mira con curiosidad, un chico muerto de hambre en un lugar como este...
-¿Tienes hambre? Lo único que tengo son caramelos-.
Le dice sacando algunos de su bolsillo y ofreciendole.
-Y dime, ¿Crees en la magia?-.
Le pregunta de manera infantil.

ooh un caramelo... muchas gracias *_* de piñaa!!!! .

-En la magia? mm tengo dudosa su existencia diria que si....

Ve al chico devorar los caramelos y le mira ahora aun más enérgica que antes.
-Uuuh!~ La magia existe!~ Maria sabe que es real!~-.
Dice dirigiendo la mirada al pequeño Sakutaro.

O.O bueno... (miro hacia un peluche amarillo) mmmm ooh puedo verlo? ^^

me recuerda a uno que yo tenia antes... n_n

ajá ahi estas!! pagaras por lo que le has hecho a Bob!!!!!
(va corriendo a por el)

(mira hacia atras) - mierda!!
(coge a maria en brazos y sale corriendo)
- losiento mejor te dejo aqui no quiero que ese tipo te haga daño....
(sale corriendo)
- noa vemos!!